julio 04, 2012

El estrés, ansiedad y depresión cambian nuestro cerebro

La confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro y también de aumentar las defensas inmunológicas de nuestro cuerpo.

La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional.
El Dr. Puig médico cirujano nos comenta que lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando. Hay que entrenar nuestra mente. Una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
Sabemos que las experiencias estresantes pueden hacer que los síntomas de ansiedad y depresión sean más severos. El estrés es un peligro para el cerebro humano. Varios estudios han revelado que las hormonas que se descargan en nuestro organismo cuando estamos estresados, preocupados o nerviosos deterioran una región del cerebro relacionada con funciones cognitivas como la memoria y la orientación espacial.

Ahora podemos comprender porque cuando estamos estresados, nos sentimos inseguros, lo cual debilita también nuestro sistema inmunológico. En un sistema inmuno débil rápidamente se asienta un desequilibrio y el organismo es más propenso a contraer infecciones y otras enfermedades.

mujer descansando sin estres ni depresion ni ansiedad

El estrés, ansiedad y depresión afectan nuestro cerebro y sistema inmunológico


La Psiconeuroinmunobiología es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mente y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional.

Tus pensamientos y palabras son una forma de energía vital que tienen la capacidad de interactuar con todo tu organismo y producir cambios físicos muy profundos.
Diversos estudios han demostrado que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El estrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y las hormonas.
Experimentos de laboratorio han demostrado la relación entre la segregación de hormonas de estrés (glucocorticoides) y la destrucción de neuronas en el hipocampo del cerebro. En un trabajo publicado en la revista Nature Neuroscience, la doctora Sonia Lupien y sus colegas de la Universidad de Mc Gill, en Canadá, han revelado cómo las personas que tienen altos niveles de cortisol, una de las hormonas que se descarga en situaciones de estrés y uno de los principales factores que influye en el desequilibrio de los neurotransmisores.

Estos cambios tienen la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo, afectando también nuestra capacidad intelectual porque además deja sin flujo sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

El estrés y nuestros conflictos personales

Existe un gran interés en el ámbito académico y científico en descubrir otras causas y efectos de la depresión, ansiedad y otros trastornos psicológicos. Según la Organización Mundial de la Salud, son actualmente, los factores que más influyen en la aparición de enfermedades crónicas en el mundo. Por ello, a través de un nuevo estudio un grupo de investigadores decidieron averiguar si el estrés provocado por los conflictos personales y los deportes competitivos podrían desencadenar la liberación de moléculas conocidas como citoquinas, que se han relacionado con la inflamación.

Los participantes del estudio llevaron registros diarios sobre sus actividades durante ocho días, enfocándose en sus relaciones con los demás y en si eran positivas o negativas. Los participantes también se hicieron pruebas de estrés en el laboratorio.

Los investigadores hallaron que los niveles de citoquinas aumentaban tras interacciones "negativas", por lo general discusiones. Pero jugar deportes no tuvo el mismo efecto, aunque es competitivo. Esto podría deberse a que "en realidad hablamos de partidos amistosos", apuntó Taylor. "No vimos a la USC jugando en la final de fútbol". Es posible que algunos tipos de competencias, como los juegos de póker, puedan provocar inflamación, apuntó.

¿Por qué importa si el estrés desencadena moléculas asociadas con la inflamación? "Si uno no está herido, no tienen a dónde ir, están en circulación", señaló Taylor. "No se dirigen al lugar de una herida ni participan en actividad contra una infección". La inflamación de bajo grado del organismo puede contribuir a la acumulación de placa que bloquea las arterias y también a otros trastornos relacionados con un sistema inmunitario fuera de control. Lo cual también afecta nuestra capacidad de percepción y nuestras emociones.

Qué podemos hacer para combatir el estrés, la ansiedad y depresión

Aunque muchos no lo crean, nuestro cuerpo tiene recursos propios y completamente naturales para combatir a estos enemigos.

Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y endorfinas, y a la vez puede mejorar y equilibrar la comunicación entre los dos hemisferios. Un excelente y completa guía la podemos encontrar en el Programa de Meditación y Respiración Eiriu Eolas.
Nos atrevemos a incluir un nuevo paradigma, así como la mente puede afectar el cuerpo, nuestro cuerpo también afecta y puede cambiar nuestra mente. Si nuestro organismo es un sistema de biofeedback integrado entonces debemos apoyar los cambios de hábitos de nuestra mente y mejorar la salud del cuerpo, de esta manera podemos sanar y equilibrar el circuito completo.
Lo primero es cambiar nuestro foco de atención que se ha centrado en los pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más sano e inteligente llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de calmar nuestro estado mental.

Luego ir incorporando cambios en la alimentación, prefiriendo aquellos alimentos que favorecen el restablecimiento y aumentan la resistencia y defensas inmunológicas, y eliminando de nuestra dieta aquellos que favorecen la aparición de tóxinas y alergias como algunos carbohidratos, especialmente nuestro principal enemigo, el azúcar que acidifica la sangre, entre otros.

Prestar atención especial a las micotóxinas de los alimentos y las levaduras saprofitas como la Candida Albicans (Candidiasis) que normalmente se encuentra en la cavidad oral, en el tracto gastrointestinal y en los genitales.

Para cambiar de hábitos debemos poner atención a nuestros pensamientos

Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el por qué que el cómo.
Recuerden que lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando
Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad. Nuestras creencias determinan gran parte de nuestra vidas, y la mayoría de los obstáculos que nos cuesta trabajo superar son como una fuerza hipnótica interior que proviene de nuestras creencias limitantes.

Podemos cambiar y remodelar nuestro cerebro

Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906 dijo: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".

La palabra es una forma de energía vital y no estamos hablando de retórica ni tampoco de terapias alternativas de tipo místico. En algunos estudios se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas mismas enfermedades.

No es una exageración, nosotros afectamos profundamente nuestra mente y cuerpo. Nosotros somos los que damos forma y moldeamos la vida a través de nuestras emociones, según la manera cómo nos hablamos y pensamos. De esta manera vamos cambiando nuestras percepciones.
La clave reside en nuestro nivel de Consciencia. Durante el día y a cada momento tomamos decisiones. Cuál es el camino u Orientación de la Consciencia que eliges es lo que importa. Puesto que esta decisión te afectará a ti mismo y también a los demás. Gandhi lo había mencionado también, los cambios que quieres ver en ti y en el mundo depende completamente de nosotros.
Para aquellos que les cuesta creer, porque piensan que lo han intentado todo, los incentivamos a hacer la prueba. Busquen información, comparen, analicen y saquen sus propias conclusiones. Aquí estamos hablando de ciencia y no de técnicas de éxtasis, ni seudovisiones místicas. Cada vez hay más datos de la neurociencia que apuntan hacia la importancia del Conocimiento y el Nivel de Conciencia.

Por ejemplo, las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%. Nuestra percepción va más allá de la razón.

Según Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia. Y la mayoría de las personas tenemos la tendencia de confundir nuestros puntos de vista o creencias con la verdad. Y la verdad no es absoluta aunque a muchas personas les cueste aceptarlo.

La resistencia de nuestras creencias obstaculizan nuestros cambios

El miedo surge en nuestras creencias y experiencias que hemos registrado como peligrosas o poco seguras. El miedo nos impide salir de la zona de confort; tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. No veremos cambios en nuestra vida si continuamos haciendo lo mismo y permaneciendo en la zona de confort.

La mayor parte de nuestros actos y comportamientos en la vida se rigen por la información albergada en nuestro inconsciente. Reaccionamos según los automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que seamos espontáneos primero debemos prepararnos, integrar la experiencia como conocimiento.
Podemos cambiar los hábitos de pensamiento y entrenar nuestra mente y cuerpo. La coherencia es vital en este proceso. Aprender del poder y la fuerza que provienen de la integridad honrando tu propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. Tu mayor potencial reside en tu propia Conciencia.

Vencer la resistencia y el estrés a través de la acción y el movimiento

Biológicamente, el ejercicio parece darle al cuerpo la posibilidad de sobrellevar el estrés. Obliga a los sistemas fisiológicos corporales, que están involucrados en la respuesta al estrés, a comunicarse mucho más de lo habitual. El sistema cardiovascular se comunica con el sistema renal, el cual a su vez se comunica con el sistema muscular. Todos estos sistemas están controlados por el sistema nervioso central y simpático, por supuesto también participan los neurotransmisores, que deben comunicarse entre sí.
Una sesión de ejercicios o aumentar nuestra actividad física o simplemente realizar un cambio en la rutina de nuestras actividades puede mejorar el sistema de comunicación corporal completo. Además de crear más y nuevas rutas neuronales que finalmente fortalecen y mejoran nuestra capacidad de respuesta y reacción frente a diversos estímulos.
Durante fines de la década de los ochenta se descubrió que el ejercicio aumenta la concentración de norepinefrina, también conocida como noradrenalina, en las regiones del cerebro que están involucradas con la respuesta del cuerpo al estrés. La norepinefrina o noradrenalina resulta especialmente interesante para los investigadores, ya que el 50% del suministro al cerebro se produce en el locus coeruleus, un área del cerebro que conecta la mayoría de las regiones cerebrales y funciones involucradas en nuestras respuestas emocionales.

Las pruebas preliminares sugieren que las personas físicamente activas tienen menores índices de ansiedad y depresión que las personas sedentarias. Por lo tanto, podemos deducir que el ejercicio puede brindarnos grandes beneficios al aumentar nuestra capacidad y nivel de respuesta, siendo más eficaces para responder y hacer frente a las sustancias químicas cerebrales asociadas con el estrés, la ansiedad y la depresión.

El Descanso y el Buen Dormir

La privación del sueño hace que el sistema inmunológico entre en acción, reflejando el mismo tipo de respuesta inmediata que tiene lugar tras la exposición al estrés, según un estudio publicado en la revista Sleep.

En la nueva investigación, los glóbulos blancos de los 15 sujetos fueron medidos y analizados después de un estricto horario de ocho horas de sueño, cada día, durante una semana. A continuación, los participantes fueron expuestos a, por lo menos, 15 minutos de luz al aire libre dentro de los primeros 90 minutos de vigilia, y se prohibió el uso de cafeína, alcohol o medicamentos durante los últimos tres días. Este estudio fue diseñado para estabilizar los relojes circadianos, y reducir al mínimo la falta de sueño, antes del estudio de laboratorio intensivo.

Posteriormente, el recuento de glóbulos blancos en un ciclo normal de sueño-vigilia se comparó con los datos de la segunda parte del experimento, en la que las muestras de sangre fueron recolectadas durante 29 horas de vigilia continua. Como resultado, concluye Ackerman, los granulocitos reaccionaron de inmediato ante el estrés físico de la pérdida de sueño.

Tenemos poco tiempo durante el día por eso nuestras actividades se extienden hasta la noche. Uno de los peores hábitos de la vida moderna. Hemos aprendido a "robar" horas y tiempo que antes teníamos destinados para dormir y descansar.

A muchas personas no les gusta dormir, para otras es una perdida de tiempo, pero más allá de preferencias, gustos personales y creencias, es indiscutible que nuestro cuerpo requiere del descanso adecuado para reponer su energía. Cuando dormimos nuestro organismo realiza muchas funciones que no puede hacer en los períodos de vigilia.

Son conocidos los efectos de la privación del sueño y su relación con el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión; pero sobre todo sus efectos negativos sobre nuestra claridad mental y nivel de alerta. Si estamos cansados no podamos lidiar con situaciones que nos estresan, además nuestro ánimo y emociones se vuelven inestables, disminuye considerablemente nuestro nivel de eficacia y respuesta.
La pérdida de sueño crónica es un factor de riesgo para el deterioro de nuestra salud y nuestra mente. No somos máquinas, nuestro cuerpo necesita reponerse cada día de largas jornadas, la mayoría de las veces extenuantes. Sea amable consigo mismo y con su cuerpo. Permítase el descanso, deje de lado la obsesión, recuerde que no por hacer más cosas llegará más lejos o alcanzará la meta más rápido.

Hay una gran diferencia cuando somos eficientes, y eso se aplica casi a todo los ámbitos de nuestra vida. Sea eficiente y organizado. Así como apuntas en tu agenda las citas y reuniones de trabajo, también debería haber en tu agenda tiempo para descansar y dormir. Los beneficios de un buen dormir y la calidad de nuestro sueño han demostrado que nos ayuda a sostener el correcto funcionamiento del sistema inmune y de todo el organismo. Recuerda serás más eficiente. Es momento de comenzar a "Actuar a favor de tu destino".

Fuentes:
Rod K. Dishman, PhD; Mark Sothmann, PhD; American Psychological Association (APA). "Hacer ejercicio alimenta los atenuadores de estrés del cerebro".
Elena Sanz, Revista Muy Interesante. "Dormir poco, causa de estrés y debilidad inmunológica", publicado en Vanguardia.com.mx.
HealthDay, "Hallan cómo el estrés activa al sistema inmunitario" publicado en Univisión Salud.
Sott.net, "El Efecto de las Palabras no dichas"

julio 03, 2012

La ácidez de la sangre y el Azúcar pueden causar cáncer

Las causas más influyentes en la ácidez de la sangre y el cuerpo son debidos a una alimentación desbalanceada, por "consumo excesivo" de alimentos que provocan reacciones ácidas y por una función deficiente de los órganos encargados de filtrar y excretar los desechos metabólicos (Higado, Riñones y Pulmones).

tipos azucar fructosa miel

Para mejorar nuestra salud es importante comprender la importancia mantener y restablecer el equilibrio básico de la sangre y el organismo en general. Entonces, se preguntarán ¿Cómo es posible mantener el equilibrio ácido-base de la sangre?

Ph Sangre
La grado de acidez de la sangre y de otros líquidos se expresa en la escala pH, en la que 7,0 es el valor neutro, por encima es básico (alcalino) y por debajo es ácido. Un ácido fuerte tiene un pH muy bajo (cercano al 1,0), mientras que una base fuerte tiene un pH muy elevado (cercano al 14,0). La sangre es por lo normal ligeramente alcalina, con un pH que varía entre 7,35 y 7,45.

Los seres humanos mantenemos el equilibrio ácido-base a través de tres mecanismos:

  1. A través de la limpieza y filtrado de la sangre en el higado y luego los riñones que excretan el exceso de ácido y desechos metábolicos, principalmente en forma de amoníaco.
  2. Por compensación, el cuerpo intenta mantener el equilibrio en un medio ácido, recurriendo a sustancias o alimentos de reacciones alcalinas. Cuando éstos son insuficientes, entonces "roba" de su propia reserva alcalina: las bases minerales (calcio, magnesio, potasio, etc.) depositadas en huesos, dientes, articulaciones, uñas y cabello.
  3. Respiración. La sangre transporta el anhídrido carbónico a los pulmones, donde es exhalado. El anhídrido carbónico es un factor importante en la acidificación de la sangre y las células. Las personas con enfermedades respiratorias o que no saben respirar en forma eficiente, tienen mayores niveles de ácidez en la sangre. Los pulmones son capaces de regular el pH de la sangre eliminando los desechos a través de la respiración y también a través de la piel.
Cualquier enfermedad o problema con cualquiera de estos mecanismos naturales del organismo, pueden desencadenar un desbalance del pH, provocando una alteración del equilibrio ácido- base: Acidosis (exceso de ácidos) o Alcalosis (exceso de alcálinos o alcalinidad).
Aunque la explicación es muy básica y general, nos permite comprender que "cualquier EXCESO es dañino". Nuestro cuerpo reacciona, siempre buscando el equilibrio ácido-base, que permite mantener el básico Equilibrio Electrólico. Recordemos que nuestro cuerpo funciona gracias a la continua interacción de iones y sus cargas eléctricas. Nuestro organismo es una maravillosa máquina "Bioeléctrica".

El intercambio de sustancias es gracias a este equilibrio iónico también. Cuando hay un exceso de ácidez de la sangre, se puede decir que hay un exceso de "Iones positivos o Protones" y el cuerpo necesita restablecer y compensar con "Iones Negativos o electrones".

Las sustancias ingeridas se transforman en el metabolismo por que ceden electrones, sucesivamente se van convirtiendo en el proceso, esto es lo que se conoce comúnmente como Reducción por oxidación o Reacciones Redox.

Cómo eliminar el exceso de ácidos y disminuir la ácidez de la sangre y el cuerpo

No es tan difícil eliminar los productos o desechos tóxicos que producen un exceso de ácidez de la sangre, si estamos en una etapa donde sus efectos todavía pueden ser revertidos. Recordemos que nuestro organismo debe estar en un equilibrio ácido/base.

Debemos ante todo, realizar una desintoxicación y mejorar el proceso de excreción de los desechos metabólicos que tienen a acidificar el organismo, y al mismo tiempo aumentar el consumo de sustancias o alimentos que favorezcan las reacciones alcálinas hasta conseguir el equilibrio básico.

La mayoría de la verduras y frutas, especialmente los cítricos son alimentos de reacciones alcalinas. Mientras que el azúcar, y los provenientes de harinas como el trigo son de reacciones ácidas. También generan ácidez el tabaco, café y el alcohol.

La siguiente tabla sirve de referencia para conocer algunos de los alimentos de "Reacción Metabólica Alcalina" versus alimentos de "Reacciones Metabólicas Ácidas".

tabla reacciones alcalinas y acidas de los alimentos

Recalcamos que la tabla anterior es sólo de referencia. Siempre aconsejamos buscar información especializada y comparar los datos. Muchas personas confunden los "Alimentos Ácidos" con aquellos de "Reacciones Metábolicas Ácidas", o también los asocian equivocadamente con el grado de acidez estomacal (ácidos de la digestión).

El otro aspecto a considerar y de suma importancia es la Calidad de la Respiración. Cualquier persona que tenga una alimentación equilibrada o una dieta alcalina, si no respira en forma adecuada, presentará también altos niveles de ácidificación. Y este es un punto que la mayoría de los tratamientos médicos, inclusive de desintoxicación no consideran y pasan por alto.
La Terapia de Respiración Eiriu Eolas es un excelente método para aprender a respirar en forma adecuada, además su técnica se centra principalmente en la relajación del nervio vago o vagal, induciendo una relajación profunda del sistema nervioso en general, es de gran ayuda, especialmente para las personas que se encuentran bajo estrés, sufren de ansiedad y depresión, o que presentan problemas cardiovasculares.
Esta simple información nos permite deducir que la mayoría de las enfermedades son producto de un desbalance químico y electrolítico, y en su mayoría son provocados por un exceso de ácidez sanguinea y celular.

Ahora es más fácil entender porque algunos tratamientos médicos no tienen los resultados esperados. Por ejemplo, cuando hay diagnóstico de osteoporosis (perdida de calcio) o caries dentales prescriben leche y productos lácteos, siendo que la enfermedad es un claro síntoma de ácidez y que estamos "robando" calcio de los huesos para equilibrar el exceso de ácidez. Los lácteos producen una reacción metabólica ácida, por ende el síndrome se hace crónico.

Lo mismo sucede en la fibriomialgia, la pérdida de cábello, el ácne y la mayoría de las alérgias no provocadas por alérgenos o por micotoxinas, todas ellas tienen en común el exceso de ácidos y el desequilibrio electrolítico.

La Acidificación de la Sangre y su relación con el Cáncer

Hay dos teorías sobre el desarrollo del cáncer. El biólogo y químico alemán, el Dr. Otto Warburg en su libro, “El Metabolismo de los Tumores” (The Metabolism of Tumors) explicó que la causa primaria del cáncer se encontraba en la reposición del oxígeno en las células normales del cuerpo debido a la fermentación del azúcar, fenómeno que se da en el proceso de la respiración química de dichas células.

El desarrollo de células cancerosas es un proceso de fermentación, que tiene su origen únicamente en la ausencia de oxígeno. El Instituto Nacional del Cáncer confirmó en los años 1950 la teoría del Dr. Warburg; sin embargo, ha sido muy escaso el trabajo realizado desde entonces, para determinar la causa de la deficiencia de oxígeno en el cuerpo humano.

Herman Aihara, en su libro, Ácido y Alcalino ("Acid and Alkaline"), declara lo siguiente:

“Si la condición de los líquidos extra-celulares, en especial la sangre, es ácida el resultado será el cansancio, la tendencia a resfriarse, etc. Cuando estos fluidos se hacen aún más ácidos, nuestra condición empeora con dolores y sufrimiento tales como dolor de cabeza, del pecho, del estómago, etc.

Según Keiichi Morisihita en su libro “El origen secreto del cáncer” ("Hidden Truth of Cancer"), si la sangre se hace aún más ácida, nuestro cuerpo inexorablemente depositará estos elementos ácidos en algún lugar del organismo, con el fin de preservar la condición alcalina de la sangre.

A medida que esta condición continúe presentándose, esas áreas donde se han depositado los elementos ácidos, aumentarán la acidez causando la muerte de muchas células que a su vez van a incrementar la acidez general. Sin embargo, algunas células se van a adaptar a esta nueva situación.

Dicho de otra manera, estas células en vez de morir, como lo hacen las células normalmente en un medio ácido, sobreviven convirtiéndose en células anormales. Esta células son conocidas como células malignas.

Estas células malignas no atienden los mensajes enviados por el cerebro ni los producidos por el código genético, el ADN. Por consiguiente las células malignas crecen indefinidamente y sin ningún orden. Este es el cáncer.”

Una solución ácida tiene más iones H+ que iones OH- . Si comparamos esta solución ácida con el agua H2O, veremos que la solución ácida es deficiente en oxígeno. Con una solución alcalina sucede exactamente lo contrario.

El Sr. Aihara no menciona nada acerca de la ausencia de oxígeno; sólo se refiere a la acidez de los fluidos o líquidos extra celulares que causan el cáncer. El Dr. Warburg establece que la causa primaria del cáncer es la carencia de oxígeno en la célula, pero no menciona nada acerca de la acidez, que es a su vez la causa de la carencia de oxígeno en la célula.

Sabiendo ya, que la acidez crea la carencia de oxígeno en las células, tanto el Dr. Warburg como el Sr. Aihara hablan sobre el mismo asunto, el medio en el cual viven las células. La clave está en que el Dr. Warburg trata solamente los efectos, los síntomas producidos por la acumulación de ácidos mientras que el Sr. Aihara se refiere a la causa. Es posible que el Sr. Aihara haya dado con la clave del problema.
Los alemanes tratan de mejorar la condición suministrando oxígeno para eliminar los síntomas, mientras que los Japoneses reducen la acidez, como causa del cáncer, mediante una dieta alimenticia alcalina. El hecho de que las células malignas cancerosas sean ácidas y que las células sanas normales, sean alcalinas probaría que el cáncer es producto de la acidez.
Aún en el caso en que los tumores han sido eliminados con éxito, mediante una intervención quirúrgica, si la condición del medio ambiente en que viven las células continúa siendo ácido y no se vuelve alcalino, se desarrollarán nuevos tumores creándose de nuevo el problema.
Hemos comenzando a darnos cuenta que la dieta tiene que ver con el cáncer. El cáncer es producto del exceso de ácidos en el cuerpo, y ese ácido se origina en los alimentos que comemos. Es muy probable que el cáncer no sea producido solamente por los radicales libres, sino por el ácido radical H+, el ion de hidrógeno.
Los iones de hidrógeno en una solución ácida no están libres; ellos están aparejados con iones radicales negativos.

Puesto que el cáncer en gran parte es producido por el exceso de desechos ácidos en el cuerpo, uno de los mejores métodos para prevenirlo seria aumentar la ingesta de agua y alimentos alcalinos.
El agua alcalina no tiene ningún valor nutritivo por lo cual no nos da energía, ni tiene tampoco ningún valor medicinal ya que no es una medicina, por lo cual no cura ninguna enfermedad; sin embargo, neutraliza los ácidos y mejora la circulación de la sangre.
Con una sangre alcalina circulando a través del cuerpo se impide el desarrollo de células malignas cancerosas y aún más, se eliminan las que puedan existir.

Las células cancerosas son ávidas de acidez y no pueden sobrevivir en un medio ambiente alcalino.

El concepto de que la retención de ácidos en el cuerpo afecta la salud, o de los distintos métodos para eliminar los ácidos y restablecer la salud no son nuevos. Sin embargo, cuando se piensa sobre la salud, sólo se hace en términos de dieta y ejercicios, ignorando que la manera más eficiente y fácil es el consumo de una dieta equilibrada y con predominio de alimentos alcalinos. (1)


El Azúcar Dulce Veneno

En 1957, el Dr. William Coda Martin Martin clasificó al azúcar refinada como veneno porque carece de toda fuerza viva, vitaminas y minerales.

"...Lo que queda [después del proceso de refinación] son carbohidratos refinados que el cuerpo no puede utilizar porque no contiene proteínas, vitaminas ni minerales. La naturaleza los provee en cada planta en cantidades suficientes para metabolizar los carbohidratos específicos de dicha planta. No sobra para otros carbohidratos añadidos. Cuando un carbohidrato se mataboliza de forma incompleta da lugar a la formación de metabolitos tóxicos como el ácido pirúvico y azúcares anormales que contienen cinco átomos de carbono.

El ácido pirúvico se acumula en el cerebro y el sistema nervioso y los azúcares anormales en las células rojas de la sangre, interfiriendo la respiración celular.

Como no pueden obtener suficiente oxígeno para sobrevivir y funcionar normalmente, con el tiempo, algunas de las células mueren, lo que interfiere con el funcionamiento de una parte del organismo y es el comienzo de una enfermedad degenerativa..."

El azúcar refinada es letal para el hombre porque suministra únicamente lo que los nutricionistas describen como calorías "vacías" o "desnudas". Carece de los minerales naturales presentes en el azúcar de caña.

Además, el azúcar es peor porque para su digestión, purificación [a nivel hepático] y eliminación hace falta que el organismo utilice vitaminas y minerales de sus reservas.

El equilibrio es tan esencial para nuestro organismo que contamos con varias maneras de contrarestar el shock producido por un consumo importante de azúcar.

Algunos minerales como el sodio (de la sal), el potasio y el magnesio (de los vegetales, y el calcio (de los huesos) se movilizan y son utilizados por transformación química; el organismo, en un intento de restaurar el equilibrio ácido-alcalino de la sangre hacia un valor más normal produce sustancias neutralizantes.

Cuando se consume azúcar a diario se produce un estado de continuo 'sobre-acidez' y cada vez hace falta más minerales de la reserva del cuerpo para rectificar el desequilibrio.

Finalmente, para proteger la sangre, el organismo retira tanto calcio de los huesos y dientes que da lugar al inicio de un proceso de deterioro y debilitamiento generalizado.

El exceso de azúcar acaba afectando cada órgano del cuerpo. Inicialmente, se almacena en el hígado en forma de glucosa, pero como su capacidad es limitada, el consumo diario de azúcar refinada (por encima de la cantidad necesaria de azúcar de fuente natural) pronto consigue que el hígado se hinche como un globo. Así, cuando alcanza su máxima capacidad, el exceso de glucosa es devuelta a la sangre en forma de ácidos grasos que son transportados a cada parte del cuerpo y almacenado en las áreas más inactivas: estómago, nalgas, pechos y caderas.

Cuando estos sitios, comparativamente inofensivos, están llenos, los ácidos grasos se distribuyen entre los órganos activos como el corazón y los riñones. La actividad de estos órganos se enlentece, finalmente sus tejidos degeneran y se vuelven grasos. Todo el organismo se ve afectado por su funcionalidad disminuida y se produce una tensión sanguínea anormal.

El sistema nervioso parasimpático se ve afectado y los órganos gobernados por él se vuelven inactivos o se paralizan. (La función normal del cerebro raramente se piensa tan biológica como lo es la digestión).

Los sistemas linfático y circulatorio se ven invadidos y la calidad de los corpúsculos rojos comienza a cambiar.

Tiene lugar un exceso de células blancas y se ralentiza la creación de tejido. La tolerancia y capacidad inmunológica de nuestro cuerpo se vuelve más limitada, de manera que no podemos responder adecuadamente al ataque agudo, sea de frío, calor, mosquitos o microbios.

Un exceso de azúcar tiene un notable efecto negativo sobre el funcionamiento del cerebro. La clave para una función cerebral adecuada es el ácido glutámico, un compuesto vital que se halla en muchos vegetales. La vitamina B juega un papel de primer orden en dividir el ácido glutámico en compuestos antagonistas-complementarios que producen la respuesta "acción-control" del cerebro.

Esta vitamina también se fabrica en nuestros intestinos por las bacterias simbióticas que viven allí. Cuando se consume azúcar refinado a diario, estas bacterias se debilitan y mueren y nuestra reserva de vitamina B se reduce mucho. Demasiada azucar nos vuelve somnolientos y hace que perdamos nuestra capacidad de calcular y recordar.


La Diferencia Entre La Glucosa Y La Fructosa

La mayoría de las personas confunden algunos terminos con respecto al azúcar y la Glucosa. La Glucosa y Azúcar NO son lo mismo. Esta es una de las razones porque nos ha costado comprender como tener una dieta saludable.

El azúcar puede adoptar muchas formas, pero las más comunes son sacarosa, glucosa y fructosa (conocida también como el azúcar que proviene de la fruta). Si uno está buscando el mínimo común denominador, entonces sólo habrá glucosa y fructosa porque estos dos monosacáridos son los pilares de la sacarosa.

Hay muchas similitudes entre la glucosa y la fructosa. Ambas son azúcares simples y son monosacáridos. Las azúcares simples contienen un sólo tipo de carbohidrato en lugar de dos como la sacarosa disacárida. La fórmula química de la glucosa y fructosa, también es las misma: C6 (H2O) 6. Una vez que han entrado en el cuerpo, ambas azúcares hacen finalmente su camino hacia el hígado para ser metabolizadas. Varios de los alimentos procesados y naturales, contienen una combinación de fructosa y glucosa. Incluso los alimentos que espera que sean, casi todo fructosa, como el jarabe de maíz de alta fructosa, tienen una composición de 55% – 45% de fructosa.

Hay algunos aspectos claves en que estos dos azúcares difieren, sin embargo:

La Composición Molecular
Mientras que su fórmula química es la misma, las moléculas de glucosa y fructosa se establecen en diferentes formaciones. Empiezan haciendo un hexágono con sus átomos de seis carbonos. Cada átomo de carbono está enlazado a una molécula de agua.

Glucosa: es una aldohexosa. El carbono se adjunta a un átomo de hidrógeno por un enlace simple y un átomo de oxígeno por un doble enlace.
Fructosa: es un cetohexosa. Su carbono se adjunta a un átomo de oxígeno por un enlace sencillo.

Como antes mencionamos, ambos azúcares terminan en el hígado. Sin embargo:

Glucosa: se come y es absorbida por el torrente sanguíneo y hace su camino al hígado donde se rompe en energía que se suministra a todo el cuerpo. Separar este proceso requiere insulina.
Fructosa: se come y es absorbida pero libera su energía más lento que la glucosa. No necesitan insulina para ser metabolizado y por lo tanto es marginalmente mejor opción para los diabéticos.

La fructosa es muchas veces más dulce que la glucosa. Muchos piensan que la fructosa no cocinada puede ser abrumadora. Esto es especialmente cierto, cuando la fruta en que la fructosa es encontrada principalmente, se sobre madura. Una vez que ha cocinado la fructosa, pierde gran parte de su dulzura. Por esta razón la sacarosa o azúcar granulada, se recomienda para hornear en lugar de fructosa cristalizada.


La Fructosa también es azúcar

La fructosa es una azúcar que se encuentra tanto de forma natural en las frutas, como en los alimentos procesados en forma de “jarabe de fructosa” o “jarabe de maíz de alta fructosa” (High Fructose Corn Syrup).

Para el Dr. Mercola la fructosa es uno de los causantes más importantes de la obesidad, Diabetes tipo 2, y Síndrome Metabólico en general, debido a que, está muy presente en la alimentación occidental de hoy en día. La principal razón es que su elaboración es muy barata, mucho más que el azúcar de caña y hace que la comida tenga “mejor sabor”, por lo que está presente en muchísimos alimentos procesados. Los refrescos y zumos, por ejemplo, tienen una gran cantidad de fructosa.

Los alimentos “dietéticos” que contienen fructosa no ayudan a perder peso, ni tampoco los alimentos o bebidas que contienen edulcorantes artificiales y se hacen llamar “light“, sino que ocurre todo lo contrario.


Por qué deberíamos reducir o controlar la ingesta de fructosa


  • La fructosa no estimula el aumento de leptina, que es una hormona que da la señal de saciedad al cerebro. Por tanto, si no hay sensación de saciedad seguiremos con ganas de seguir devorando alimentos.
  • La fructosa tampoco suprime la “hormona del hambre”, la grelina, lo que hace que queramos continuar comiendo inconscientemente. La glucosa, sin embargo, sí suprime la grelina.
  • Produce intolerancia a la insulina, y por lo tanto, es un gran precursos para el desarrollo de Diabetes tipo 2.
  • Promueve el incremento de masa de grasa ya que la fructosa no se almacena en las fibras musculares o en el hígado como otros azúcares. Al metabolizarse se almacena directamente en forma de grasa.

  • Recuperar nuestra salud depende en gran medida de eliminar el azúcar de nuestra dieta, equilibrar nuestra alimentación aumentando el consumo de alimentos que favorezcan la alcalinidad, y mejorar nuestra la calidad de la respiración y mucho mejor aún si disminuimos los campos electromagnéticos que alteran nuestros metabolismo y favorecemos interactuar en un medio ambiente natural (naturaleza) con mayores niveles de concentraciones de iones negativos.
    Fuente:
    (1) Adaptación 2002, Sang Whang, EU.
    (2) Sott.net, El azúcar dulce veneno
    (3) Sott.net, Síntomas Alergias Alimentos Tóxicos
    (4) La Fructosa es más dañina que la Glucosa